El cáncer de vejiga es uno de los tipos de cáncer más comunes en los hombres después del cáncer de próstata. La orina dolorosa y con sangre es el primer signo de la enfermedad en el cáncer, que en gran parte se debe al consumo de cigarrillos. Qué se debe saber sobre el cáncer de vejiga, donde el diagnóstico precoz es de gran importancia, Jefe del Departamento de Urología Prof. Dr. Hablamos con Sinan Ekici.
¡Sangre en la orina y ardor es el primer signo de la enfermedad!
Uno de los hallazgos más comunes en el cáncer de vejiga es el sangrado indoloro en la orina. El sangrado en la orina es el primer síntoma en aproximadamente el 85% de los pacientes. El sangrado casi siempre es intermitente o intermitente. Incluso si el paciente no tiene sangrado visible, el sangrado microscópico se puede detectar en el análisis de orina.
Las quejas que consisten en micción frecuente, urgencia y ardor al orinar son la segunda forma de aplicación más común. Otros signos y síntomas del cáncer de vejiga incluyen dolor lumbar debido a una obstrucción en el tracto urinario que conecta el riñón con la vejiga, hinchazón en las piernas y una masa en el abdomen. En muy raras ocasiones, los pacientes pueden presentar pérdida de peso, dolor abdominal o dolor óseo, que son síntomas de enfermedad avanzada en el momento del ingreso.
El riesgo de cáncer aumenta con la edad
Aunque el cáncer de vejiga se puede observar a cualquier edad, incluida la infancia, suele ser una enfermedad de mediana y avanzada edad. La edad promedio en el momento del diagnóstico de cáncer de vejiga es de 69 años para los hombres y 71 para las mujeres. La tasa de cáncer de vejiga aumenta directamente con la edad.
Aunque el factor genético es efectivo, el factor ambiental afecta más
Hay muchos factores de riesgo para que una persona desarrolle cáncer de vejiga. En este punto, la predisposición genética puede jugar un papel importante. Aquellos con antecedentes familiares de cáncer de vejiga tienen un mayor riesgo. Factores de riesgo ambientales que se cree que influyen en el desarrollo y progresión del cáncer de vejiga;
• Tabaquismo prolongado
• Exposición a productos químicos ocupacionales (industriales) (pinturas, textiles, aluminio, cuero, industrias del petróleo)
• Infecciones crónicas parasitarias, bacterianas, fúngicas y virales
• Piedras o cuerpos extraños en la vejiga
• Métodos de tratamiento como quimioterapia, radioterapia
Fumar aumenta la progresión de la enfermedad y el riesgo de recurrencia
El tabaquismo es el factor de riesgo ambiental conocido más importante para el cáncer de vejiga. La incidencia de cáncer de vejiga es 4 veces mayor en fumadores que en no fumadores. El riesgo es proporcional al número de cigarrillos fumados, la cantidad de tiempo fumado y la cantidad de humo inhalado. No dejar de fumar después del diagnóstico de cáncer de vejiga empeora el curso clínico y el resultado del cáncer de vejiga no muscular en la etapa inicial. Continuar fumando también aumenta el riesgo de recurrencia de la enfermedad.
A medida que aumenta el número de cigarrillos fumados, la agresividad del cáncer de vejiga, que se producirá, puede aumentar su transferencia al tejido muscular, la recurrencia y la progresión. El consumo de cigarrillos también reduce los efectos de la quimioterapia y la inmunoterapia con BCG administradas en la vejiga, que se utilizan en el tratamiento del cáncer de vejiga. En conclusión, dejar de fumar cuando se le diagnostica cáncer de vejiga tiene un papel importante en la lucha contra la enfermedad.
El diagnóstico de la enfermedad se determina mediante métodos de diagnóstico.
Después de detectar sangrado en la orina como resultado del análisis de orina, los hallazgos de diagnóstico se obtienen mediante el uso de métodos radiológicos como la ecografía, la tomografía computarizada, la resonancia magnética.
La citología urinaria, que examina las células en la orina, puede proporcionar información sobre el grado de la enfermedad, pero esto no siempre es suficiente para un diagnóstico definitivo.
¡La intervención quirúrgica es imprescindible para el diagnóstico y el tratamiento!
Si se sospecha cáncer de vejiga, se debe realizar una cistoscopia en esta etapa. La cistoscopia es el proceso de examinar el tracto urinario y la vejiga al ingresar a la uretra con un instrumento iluminado similar a un telescopio bajo anestesia.
Cuando se observa cáncer o una formación sospechosa de cáncer con la cistoscopia, se toma con un método cerrado llamado resección transuretral (RTU), que es adecuado para la biopsia y tiene propiedades cortantes. Los tejidos extraídos se envían para un examen patológico. De esta forma se realiza tanto el diagnóstico como el tratamiento. Como resultado de la evaluación del patólogo, se determina el diagnóstico definitivo de cáncer y sus características. El estadio y el grado del cáncer brindan información sobre la rapidez con la que la enfermedad tiene el potencial de progresar.
El tratamiento está determinado por la etapa de la enfermedad.
Si el cáncer no ha pasado al músculo, la clasificación de riesgo se realiza como riesgo bajo, medio y alto y el plan de tratamiento se determina en consecuencia. El tratamiento adicional se administra en forma de quimioterapia o inmunoterapia de inducción biológica en la vejiga. El objetivo del tratamiento en estos pacientes es detener la recurrencia y la progresión de la enfermedad. Para determinar la efectividad del tratamiento, es necesario volver a examinar con cistoscopia después de 3 meses.