En los últimos años, la dieta sin gluten se ha puesto de moda e incluso la industria alimentaria la utiliza como táctica de marketing. Una de las principales razones por las que las personas evitan el gluten es la enfermedad celíaca, en segundo lugar, la sensibilidad al gluten y, en tercer lugar, razones de salud válidas como la dermatitis herpetiforme (una enfermedad de la piel).
En tales enfermedades, el gluten causa inflamación en el intestino delgado. Existe alguna evidencia de que parte de la dieta sin gluten es el síndrome del intestino irritable, un trastorno neurológico; lo que sugiere que también puede ayudar a las personas con ataxia por gluten, diabetes tipo 1 y enteropatía asociada al VIH. Más allá de eso, hay poca evidencia de que una dieta sin gluten ofrezca beneficios para la salud.
Más carnes rojas, productos lácteos enteros, vegetales con almidón, azúcar y grasas que se consumen junto con una dieta libre de gluten conducen a una ingesta alta de colesterol, grasas saturadas, sodio y calorías no deseadas. Si no tiene ninguna molestia, puede incluir en su dieta varios cereales sin gluten, ricos en nutrientes, sin tener que seguir una dieta completa sin gluten.
El color y la diversidad son importantes en la nutrición.
1- Conoce qué cereales contienen gluten y cuáles no.
Contiene gluten: trigo, centeno, cebada, malta, bulgur, cuscús, trigo duro, sémola, matzá, triticale, espelta y kamut. P.ej; El triticale es un híbrido cruzado hecho de trigo y centeno. Dichos granos a veces pueden estar contaminados de manera cruzada con cualquier grano sin gluten, a menos que se especifique como libre de gluten. Tal situación hace que un producto sin gluten contenga gluten.
Granos sin gluten: Mijo, avena, quinua, amaranto, arroz, arroz salvaje, trigo sarraceno, sorgo y teff.
2- Deshazte de los productos que contienen gluten en la cocina.
Revisa tu refrigerador, despensa. Revise las etiquetas de nutrición de todos los alimentos procesados y empaquetados que compra, así como los obvios como la harina de trigo. Por ejemplo, el primer ingrediente de la salsa de soja suele ser el trigo, pero también se puede encontrar en bocadillos, salsas, aderezos para ensaladas y cereales para el desayuno.
3- Encuentra recetas prácticas sin gluten y crea una lista de la compra.
¿Se ha estado preguntando sobre el sabor de la quinua? Esta es su oportunidad de agregar este alimento rico en nutrientes a su dieta. Una dieta sin gluten no tiene por qué ser una dieta sin almidón ni cereales. El maíz y las patatas ayudan a satisfacer esta necesidad. Las carnes, legumbres, frutas y verduras son naturalmente libres de gluten. Tal vez una dieta sin gluten le ayude a cumplir con su requerimiento diario de 5-7 porciones de frutas y verduras.
4- Explore las tiendas de comestibles o los sitios web que venden productos sin gluten. Adquiera el hábito de leer las etiquetas de los alimentos.
Pronto se familiarizará con las marcas sin gluten. Pastas sin gluten, galletas saladas, gofres, etc. Cuando comparamos los productos con los que contienen gluten en primer lugar, es posible que no sepan como está acostumbrado. Después de algunas pruebas, errores y acostumbrarse, podrá elegir fácilmente el producto que más le convenga. Asegúrese de leer las etiquetas de los alimentos. Los productos sin gluten ocasionalmente pueden contener altos niveles de carbohidratos refinados, grasas, azúcares y sales, como sus contrapartes que contienen gluten, y pueden tener un bajo contenido de proteínas. Use productos listos para usar para cambiar el sabor, no los elija todo el tiempo.
5- Adopta un estilo de vida sin gluten fuera de tu hogar
Hemos hecho de la casa un refugio seguro sin gluten, y es hora de encontrar formas de mantenerse libre de gluten mientras está fuera de casa. El primer punto de partida es concienciar a la persona más cercana a usted. Es posible que su familia y amigos no lo entiendan a menos que usted se lo explique. Algunos pueden ser más comprensivos que otros. Concéntrese en los aspectos positivos en lugar de los limitantes y explique cómo se siente o se sentirá mejor. Comer fuera se ha vuelto mucho más fácil ahora, ya que cada vez más restaurantes están agregando alternativas sin gluten a sus menús. Incluso puedes acceder al menú del lugar al que te diriges en línea y obtener información con anticipación.