La frecuencia de la micción en los niños varía, pero la frecuencia anormal de la micción suele ser evidente. En general, los niños deben orinar cada 2 a 3 horas. Esto puede ser demasiado alto o demasiado bajo en varias regiones o como resultado de circunstancias especiales. Los cambios en la frecuencia de la micción deben discutirse con el pediatra o el urólogo pediatra.
Aunque la frecuencia de la micción varía de un niño a otro, cuando se observa una diferencia significativa, se pueden considerar las causas subyacentes. Una frecuencia normal de micción indica que los riñones funcionan correctamente y que existe una comunicación correcta entre el cerebro del niño y los músculos de la vejiga. Los cambios en la frecuencia de aparición pueden indicar un problema en el funcionamiento de estos sistemas.
La frecuencia de excreción depende de lo que coma el niño, el consumo de agua y el entorno circundante. Un aumento significativo en la frecuencia de la micción puede deberse a una infección del tracto urinario, diabetes y disfunción miccional. La enfermedad renal puede provocar una disminución significativa en la frecuencia de la micción.
Pero los cambios no siempre indican enfermedad. Puede resultar difícil desarrollar hábitos adecuados de micción, especialmente en niños de 5 a 7 años. Además, su hijo puede sufrir el síndrome de micción frecuente durante el día. En esta enfermedad, la frecuencia de la micción puede aumentar a ser cada 10 minutos y se excreta una cantidad muy pequeña de orina cada vez. Es necesario consultar a un médico sobre tales enfermedades.
Es importante observar atentamente los hábitos urinarios de su hijo para detectar anomalías. La cantidad de orina excretada es tan importante como la frecuencia. El aumento tanto de la frecuencia como de la cantidad y el aumento de la frecuencia pueden dar lugar a diagnósticos diferentes.
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