Existen varios beneficios potenciales de consumir plátanos y leche juntos. Tanto los plátanos como la leche son ricos en importantes fuentes nutricionales. Por ejemplo, la leche es una gran fuente de proteínas, potasio, vitaminas B y fósforo. La leche también es rica en calcio, que juega un papel importante en la salud ósea, la construcción de músculos, la reparación de nervios y más.
Los plátanos, por otro lado, están rodeados de fibra, manganeso, potasio y vitamina B6. Al igual que otras frutas, los plátanos son ricos en vitamina C, que protege contra el daño celular y tiene un efecto antioxidante.
En realidad, consumir plátanos y leche juntos puede ayudarlo a obtener varias vitaminas y minerales a la vez.
Favorece la recuperación después del ejercicio.
Lo que comes después de hacer ejercicio es muy importante. Consumir los alimentos adecuados; Puede acelerar el crecimiento muscular, aumentar el rendimiento y acelerar la recuperación.
Por ejemplo, obtener una buena cantidad de proteínas después del ejercicio ayuda a reparar los tejidos y a mantener la masa muscular.
Los carbohidratos consumidos pueden reconstruir las reservas de glucógeno en los músculos durante el ejercicio. El plátano también es una gran opción para esto.
A menudo se recomienda como refrigerio después del entrenamiento debido a su contenido de proteínas de alta calidad, especialmente leche, suero y caseína.
Para obtener los mejores resultados después del entrenamiento, intente combinar leche y plátano para el consumo de batidos, una forma sencilla de aumentar la ingesta de proteínas y carbohidratos.
¿Hay efectos adversos?
Aunque consumir leche con plátanos tiene sus beneficios, también existen algunas desventajas.
Puede causar aumento de peso. Por ejemplo, un plátano mediano tiene 105 calorías. De manera similar, 1 taza (237 ml) de leche entera contiene 149 calorías. Consumir estos dos juntos sin realizar otros cambios en su dieta puede provocar un aumento de peso con el tiempo. puede ser incompatible Pero aunque los plátanos y la leche se consideran incompatibles, no hay investigaciones que respalden la afirmación de que dañan la salud o la digestión.