El té, el café, los cigarrillos y otros alimentos y bebidas que consumimos durante el día provocan algunas manchas en nuestros dientes. Lo primero que me viene a la mente como solución a estas manchas son productos o tratamientos costosos, sin embargo, es posible tener dientes más blancos con unos pequeños procedimientos en casa sin necesidad de estos tratamientos.
El bicarbonato de sodio es un producto que da resultados milagrosos para el blanqueamiento dental y se puede encontrar en todos los hogares. Mezcle unas gotas de jugo de limón con una cucharadita de bicarbonato de sodio. Sigue mezclando hasta que la mezcla tenga una consistencia pastosa. Aplica la pasta que hayas obtenido en tus dientes con un cepillo de dientes o con la ayuda de tu dedo. Aplicar frotando a lo largo de las zonas manchadas de los dientes durante un máximo de dos minutos. Luego enjuague su boca con abundante agua.
Aplique el proceso de blanqueamiento dental cada dos días con bicarbonato de sodio y jugo de limón. Después de algunas aplicaciones, notará el cambio en el tono de sus dientes.