Aunque todos los padres hacen todo lo posible para proteger a sus hijos, a veces no es posible prevenir accidentes que causen ansiedad. Los accidentes más comunes en los bebés son la caída de la cabeza desde tronas, cunas, regazos, sillones y sofás. En los niños mayores, estos accidentes ocurren en patios de recreo, guarderías y escuelas. Las primeras 24 horas son muy importantes en este tipo de caídas. Un bebé o niño caído debe mantenerse bajo vigilancia durante al menos 2 horas sin dormir.
Si hay alguna lesión, sangrado, pérdida del conocimiento o convulsiones, llame a los equipos de salud de inmediato y haga lo siguiente;
- Si tiene convulsiones o vómitos, mantenga recto el cuello de su hijo y recuéstelo de costado.
- Si hay sangrado, aplique presión con una gasa o una toalla limpia.
-Espere a que llegue la ambulancia.
Si tiene estos hallazgos, ¡asegúrese de consultar a un médico!
Si el bebé no muestra ninguno de los siguientes síntomas, se debe revisar el cuerpo del bebé para detectar lesiones. Si el niño no tiene ningún hallazgo perturbador, es posible que no sea necesario ir al hospital, pero en algunos casos, se debe observar al niño. Las señales que pueden ser peligrosas se pueden enumerar de la siguiente manera:
- Si hay un llanto prolongado y sin sentido en los bebés pequeños, si el bebé no puede calmarse,
- Si la fontanela está hinchada o arqueada,
Si tiende a quedarse dormido, duerme más de lo habitual o tiene problemas para despertarlo
- Si los tamaños de las pupilas no son iguales,
- Si hay vómitos repetidos,
- Si sale sangre, líquido amarillo-blanco por la nariz o los oídos,
- Si hay un grito fuerte y agudo,
Si los niños que pueden caminar tienen una marcha desequilibrada, pérdida de fuerza en brazos y piernas
- Si hay sensibilidad a la luz y al sonido,
- Si hay signos de convulsiones como deslizamiento en los ojos, latidos involuntarios en manos y brazos, se debe consultar a un especialista sin demora.
Al hacer que su bebé duerma en su cama, evita las caídas y contribuye a la educación del sueño.
La mayoría de las madres acuestan a sus bebés de lado para amamantar más cómodamente. Sin embargo, a medida que los bebés crecen, su movilidad aumenta, por lo que aumenta el riesgo de caídas.
La mayoría de estas caídas no provocan lesiones graves. Pero caer de cabeza puede tener consecuencias importantes. Por tanto, poner al bebé a dormir en su propia cama evitará caídas inesperadas. Además, el hecho de que los bebés duerman en sus propias camas también contribuye de manera importante a su entrenamiento del sueño.
Toma precauciones contra accidentes invisibles
Las medidas sencillas que tomará en casa protegerán la salud de su bebé y reducirán su ansiedad. Estas medidas se pueden enumerar de la siguiente manera:
-Asegúrese de que el borde de la cama sea seguro colocando materiales suaves como cojines debajo de la cama en caso de que el bebé caiga sobre las barreras de la cama.
- No deje a su bebé solo durante mucho tiempo durante el período de gateo.
-Hacer cerraduras para bebés para ventanas, arreglar elementos sobre los que puedan trepar.
- Mantenga a su bebé alejado de balcones y escaleras.
- Cubra las esquinas afiladas de los muebles con protectores de esquinas de plástico.
- Ajuste los cables y cuerdas de los artículos que estén altos para que su bebé no los alcance, de lo contrario podrían tirar y caer sobre ellos.